Elabora tu propio huerto urbano
¿De qué sirve tener tu propio huerto urbano? Aquí te lo decimos.
Cultivar alimentos en casa con nuestro propio huerto ha tomado gran popularidad para aquellos que nos preocupamos por consumir alimentos más naturales y de fuentes confiables, lo que además ayudará a reducir nuestra huella de carbono y huella hídrica, al reducir el impacto ambiental derivado del embalaje, transporte y comercialización de nuestros alimentos.
Contar con un huerto, también nos permitirá llevar una dieta más sustentable y nutritiva con alimentos frescos y libres de pesticidas. Por si fuera poco, un jardín o zona de cultivo también podrá ser un gran recurso de formación de valores y educación ambiental para los niños y miembros de nuestra familia ya que aprenderán lo que tienen que hacer para tener alimentos y la importancia de cuidar de la naturaleza para gestionar recursos a partir de ella. Aquí te contamos lo más importante que hay que saber para comenzar con este proyecto en casa.
Debes seleccionar un espacio
Lo primero es elegir una ubicación para nuestro huerto, donde reciba al menos 5 horas de luz solar y que tenga una fuente de agua cercana. Si no cuentas con un área para siembra directa, podemos preparar algunos recipientes como camas de cultivo, los recipientes pueden ser cajas de madera, bidones u otros que contengan profundidad de 20 a 30 cm. Prepara tu sustrato o suelo fértil, necesitas fertilizantes orgánicos puedes adquirirlos en alguna tienda de jardinería o de agro productos. La composición sugerida es de; 30% fertilizante orgánico y 70% tierra.
Para ahorrar y evitar que los desechos orgánicos se desperdicien y contaminen, puedes producir tu propio abono orgánico, un ejemplo de ello es la composta, si aún no sabes cómo generar composta, mantente al pendiente ya que más adelante te enseñaremos en un blog detallado como elaborarla en casa, de manera general la composta es el proceso de controlar la descomposición de la materia orgánica con el fin de proporcionar nutrientes a las plantas, de esta manera tus residuos orgánicos podrán convertirse en un gran complemento para mejorar los resultados de tu huerto, una solución económica y ecológica.
Elige qué cultivar
Los huertos se utilizan para cultivar diferentes tipos de alimentos: verduras, frutas, legumbres, frijoles, etc. La idea es que tú decidas entre ellos, los que se adapten a tus hábitos de consumo y las condiciones de humedad y temperatura que preponderen en tu huerto, principalmente prioriza el cultivo de productos de temporada ya que estos requerirán menos adecuaciones para lograr su desarrollo. Compra semillas en alguna tienda de hortalizas o jardinería, las estaciones ideales para comenzar son primavera y otoño, aunque usualmente cada sobre de semillas te da información específica de cada tipo de cultivo, pasada la primera cosecha podrás sembrar con tus propias semillas de la cosecha anterior, estas contaran con mayor capacidad de adaptación al entorno de tu huerto. Recuerda que nuestras expectativas de consumo deben ser proporcionales a la posibilidad de disponer de espacio, atención y recursos para cuidar del huerto.
Conoce técnicas de siembra
Siembra Indirecta: Consiste en sembrar las semillas en camas de germinación, donde recibirán un manejo cuidadoso para su posterior trasplantarlas a una cama de cultivo. En esta técnica puedes usar desde cartón de huevo para la germinación o pequeños botecitos de reusó para colocar semillas y cuidar de ellas en su proceso de germinación (a estos se les conoce como almácigos) posteriormente coloca las semillas ya germinadas en camas de cultivo creadas dentro de cajas u otros contendores. La plántula (semilla germinada) estará lista para trasplantarse, cuando tenga 3 o 4 hojas verdes y aproximadamente 10 cm de altura. Al momento de trasplantar usar una cuchara u otra herramienta del tamaño del almacigo y exponer lo menos posible la raíz al aire para que finalmente la coloques en el sitio donde la cultivaras.
Siembra Directa: En este tipo de técnica sembraremos las semillas en el lugar definitivo para que las plantas se establezcan a la distancia recomendada según la planta a sembrar. Este sistema se utiliza principalmente para hortalizas que sufren más al ser trasplantadas o que no requieren controles tan específicos de temperatura y humedad en el proceso de germinación.
Cómo regar tu huerto
Los sistemas de goteo o aspersión consumen significativamente menos agua que el riego por a chorro o por inundación de pequeños canales y pueden lograr el mismo rendimiento o incluso ser mejores.
Elije tiempos de riego para evitar la evaporación, especialmente cuando uses riego por aspersión. En este sentido, es mejor regar temprano en la mañana o al final de la tarde, o incluso por la noche, en lugar de al mediodía. En este caso también es importante mencionar la importancia de evitar los huertos a la sombra o cerca de los árboles para evitar la competencia por la luz, los nutrientes y el agua.
Ahora que ya conoces los beneficios de contar con un huerto en casa y te hemos compartido algunos consejos para iniciar con este proyecto con tu familia, solo te queda iniciar con lo que tengas a tu alcance. Estamos seguros de que al comenzar a recoger tus primeras cosechas te sentirás muy orgulloso de tu huerto. Recuerda que no hay una única fórmula para hacerlo y que parte importante de este proyecto es el aprendizaje que adquirirás en cada etapa desde la imaginación del proyecto hasta la etapa de cosecha. Sin duda estas acciones ayudarán a crear en nuestra familia modelos más sostenibles de consumo que el medio ambiente nos agradecerá. ¡Pongámonos en acción!
Bibliografía: Un huerto urbano. Manual para sembrar en la ciudad. Colectivo sembradores urbanos A.C. ,2011.
Autor: Ing. Juan Carlos Alberto Rojas Valadez
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